Las micas de uranio
Las micas de uranio son un grupo de fosfatos y de arseniatos con una característica estructura cristalina de estratos paralelos, unidos el uno al otro por fuerzas relativamente débiles que consienten una exfoliación del tipo de las micas. Estas «micas de uranio» son los minerales secundarios radiactivos más comunes, prácticamente presentes en todos los yacimientos de uranio y también en varias localidades que son tan pobres en uranio que ni siquiera se trabajan (por ejemplo, varias rocas graníticas, con especial mención a los filones pegmatíticos).
Todas las «micas de uranio» tienen simetría próxima a la más alta posible en el sistema tetragonal, aunque en varios casos o quizá en todos, la verdadera simetría es más baja y se aproxima a la monoclínica. Por tanto, los cristales tanto tabulares o bipiramidales de estas micas ofrecen un bello ejemplo del sistema tetragonal y son interesantes para los coleccionistas.
Dos series de «micas de uranio». Existen en realidad dos series distintas de micas de uranio, que difieren entre ellas por contener agua en diversa cantidad. Esto lleva a variaciones estructurales, las cuales aun suponiendo el cambio de las Propiedades micáceas o la de la aparente simetría externa seudo tetragonal, son prácticamente irreversibles: una vez que uno de estos minerales pasa de una forma más hidratada a una menos hidratada (denominada también «meta»), simplemente porque se ha conservado durante un cierto tiempo en el aire seco de una vivienda cualquiera, los cristales pasan de transparentes a opacos y no existe nada para intentar reconvertirlos, ni siquiera sumergiéndolos en agua.
Por tanto, para muchos elementos de esta serie (por ejemplo, en primer lugar, la torbernita) se recomienda mantener los ejemplares en agua, o si no en un recipiente muy cerrado. La fluorescencia de las «micas. En las micas de uranio» existe el fenómeno de la fluorescencia muy evidente en algunas especies, como la autunita o la uranocircita, pero ausente en la torbernita y en la zeunerita.
En algunas especies todavía, como la saleita, subugalita, existen grados distintos según las localidades del hallazgo, y esto está ligado a un contenido variable de hierro, que hace que los ejemplares no fluorescentes lo presenten hasta un cierto límite.
ENCICLOPEDIA LOS MINERALES, Ediciones Nueva Lente, página 614