Por regla general las muestras de elementos nativos pertenecen, casi todas, a especies de notable valor comercial, baste con pensar en el oro, la plata y, sobre todo, en el platino. Las pepitas de tamaño considerable vienen a adquirir unos valores de tasación realmente elevados. Estos valores de tasación superan con creces el verdadero valor del metal, pero relativa escasez y su creciente estima en todos los rincones del planeta permiten que alcancen estos valores.
Los falsos.
Naturalmente existe la otra cara de la moneda en el sentido de que falsificar estos ejemplares resulta bastante fácil y una persona poco experimentada puede ser engañada con relativa facilidad; sobre todo cuando las muestras falsas se obtienen partiendo de metal natural que se quiere imitar, es decir, el oro a partir del propio oro, por ejemplo. No es de extrañar esta actitud, habida cuenta los grandes beneficios que reporta una falsificación de este estilo.
Las precauciones. Precisamente por estas razones es preciso tener sumo cuidado a la hora de elegir nuestras muestras años ha, por ejemplo, muestras falsas de plata natural se ofrezcan en el mercado y en ellas la matriz era cuarzo, como para el oro, aunque los expertos saben que tal matriz para la plata es muy rara, sin embargo, estos matices son difíciles de alcanzar por el público en general.
Los meteoritos.
Puesto que los meteoritos contienen hierro, es bastante difícil que puedan inducir a engaño, aunque no se debe descartar la preparación artificial de muestras para la venta; sin embargo, es preciso tener cuidado cuando se nos ofrezca algún meteorito diciéndonos que cayó del cielo, puesto que aun cuando esto sea avalado por testimonio do distintas personas, no siempre, es más, casi nunca llega a ser cierto, por ello, recomendamos dirigirse siempre a vendedores dignos de fe.
ENCICLOPEDIA LOS MINERALES, Ediciones Nueva Lente, página 10
